Los campamentos de verano representan las experiencias más inolvidables que viven niños y jóvenes durante las vacaciones. Las actividades que se realizan están dirigidas a que los participantes adquieran destrezas y habilidades, que, en conjunto, hacen que sea una experiencia muy diferente y especial.

Salir del entorno habitual y compartir y convivir con nuevas personas, libres de deberes diarios y realizando tareas divertidas da como resultado una experiencia única que nuestros hijos jamás olvidarán.

¿Qué es lo diferente que nuestros hijos encontrarán en un campamento de verano?

  1. Ya no es el centro de atención, ahora estará en igualdad de condiciones con otros niños de su misma edad

Aunque esta situación también la viven en el colegio, en un campamento la convivencia con otros es de 24 horas, lo que le brinda mucha intensidad a la experiencia. Al contrario de lo que podamos pensar, estar en un campamento le proporciona la oportunidad de sentirse independiente y seguro, además de crear fuertes lazos de amistad con los demás.

Estas son algunas de las razones por las que no es raro verlo llorar cuando llega el momento de despedirse de todos al final del campamento.

  1. Aprende a tomar decisiones y a ‘negociar’ con sus compañeros

Tendrá que aprender a tomar decisiones simples, como elegir la cama en que dormirá esos días, escoger la parte de la tienda, tomar parte en decidir qué juegos quiere y mucho más.

El monitor será una figura muy importante, cuando se trata de encontrar soluciones satisfactorias para todos, pero la novedad es que ya no tendrá a mamá o papá para que tomen esas decisiones por ellos.

  1. Las cosas cotidianas pueden hacerse diferentes a cómo se hacen en casa

El compartir todo el día distintas actividades con otros niños y jóvenes les muestra que hay otras costumbres, en ocasiones, diferentes a las que ha aprendido en casa.

En el campamento tendrá que hacer la cama, ayudar a poner o a recoger la mesa, organizar y recoger la habitación, aprender a trabajar en equipo y mucho más. Si no ha aprendido estas cosas en casa, el campamento tiene el ambiente perfecto para que aprenda con otros, siempre divirtiéndose, claro está. 

  1. Disfrutar de la naturaleza y del trabajo en equipo

Las excursiones y las actividades al aire libre hacen que los niños y jóvenes disfruten plenamente de la naturaleza y se olviden de los juegos en los dispositivos electrónicos. Asimismo, realizan actividades en equipo que normalmente no harían, como manualidades, deportes de grupo, juegos… todo por un bien común: que su equipo sea el mejor.

En líneas generales, las diferentes actividades que realizan los niños y jóvenes en un campamento de verano les ayudan a:

  • Socializar.
  • Ser más tolerantes.
  • Hacer nuevos amigos.
  • Aprender a realizar tareas al aire libre y acompañados de otros sin depender tanto de la tecnología.
  • Ser independientes.
  • Trabajar en equipo.
  • Ganar autonomía y seguridad en sí mismos.
  • Aprender a ofrecer su ayuda, a colaborar, participar y crear.

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