Los centros educativos ya están pensando en la organización de los viajes escolares para sus alumnos de educación infantil, primaria, secundaria y bachillerato. ¡El viaje fin de curso tan ansiado por todos los estudiantes!
Numerosas empresas se dedican a diseñar a medida esos viajes fin de curso durante todo el año, adaptados a las necesidades, preferencias y edades de cada grupo escolar. Los centros educativos y las AMPA solo tienen que pensar en las actividades que prefieren los alumnos y estas empresas se encargarán de elaborar un programa personalizado para ellos.
Los campamentos de fin de curso son una buena opción de ocio educativo que combina aventura, naturaleza, deportes y actividades creativas. Los viajes fin de curso para colegios pueden desarrollarse en la montaña o en zonas costeras e incluyen diversidad de actividades al aire libre o las llevadas a cabo en las amplias instalaciones deportivas de estas empresas. Practicar todo tipo de deportes (fútbol, baloncesto, deportes de montaña, etc.), realizar actividades náuticas, multiaventura o bien algunas de carácter medioambientales o recreativo. Tampoco faltará la asistencia a talleres de diferentes temáticas (cocina, artesanía, reciclaje, etc.), las visitas culturales o las excursiones puramente de ocio (salidas a parques de atracciones, por ejemplo) con o sin pernoctación.
Los que prefieran la montaña se podrán alojar en albergues o granjas escuela, donde realizarán actividades dirigidas a conocer el entorno natural y el funcionamiento de una granja o un huerto, así como practicar mucha multiaventura (tirolina, tiro con arco…) Los que prefieren la playa tendrán la oportunidad de hacer deportes acuáticos como piragüismo, surf, windsurf o paddle surf, y disfrutar de bañarse en el mar.
Viajes fin de curso a medida
El programa del viaje fin de curso se elaborará al detalle en función de los gustos y necesidades de los campistas, atendiendo también a las dietas especiales que algunos de ellos pudieran tener. Además, quiénes lo deseen pueden vivir una inmersión lingüística y así aprender el idioma que elijan (normalmente, inglés, francés o alemán) de la mano de monitores bilingües o nativos.
Monitores titulados de ocio y tiempo libre se encargan de que los niños y adolescentes disfruten del viaje fin de curso especialmente preparado para ellos, quiénes, en todo momento, estarán supervisados por un monitor (un monitor por cada 10-12 alumnos), que, a su vez, está bajo el control de un coordinador general de actividades.
El programa de estos viajes escolares se adapta a cada presupuesto, que oscila desde menos de 200 euros hasta 400 euros, en función de lo contratado para cada grupo de estudiantes. El precio incluye alojamiento en régimen de pensión completa, el programa de actividades junto con el material necesario para llevarlas a cabo, así como el seguro de responsabilidad civil. Sin embargo, el transporte no suele estar incluido, aunque se suele ofrecer como un servicio opcional y las plazas de los profesores que acompañen a los estudiantes suelen ser gratuitas.