¡Ya vienen las vacaciones! y con ellas también llega la tarea de elegir el campamento que harán los peques y los no tan peques. Si se te hace difícil separarte de tu retoño y te está costando tomar la decisión, te damos 5 razones que te mostrarán lo beneficioso que es para ellos. ¡Toma nota!
5 motivos para que tu hijo/a disfrute de un campamento de verano
- Una experiencia inolvidable llena de aventura y diversión en un ambiente natural
Los campamentos de verano dejaron de ser aburridos hace mucho tiempo. Están orientados a que los niños disfruten de una de las mejores experiencias de sus vidas.
Las actividades que se realizan al aire libre les darán la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de la vida rural. Aventuras, excursiones, deportes, ejercicios y noches alrededor de una fogata… son recuerdos que les acompañarán durante toda su vida.
- Ser independientes y sentirse seguros de sí mismos
El tener que desenvolverse sin tener a mamá o a papá cerca les ayudará a adquirir confianza en sí mismos y a relacionarse con otras personas. Esto implica que tendrán que tomar sus propias decisiones, por lo que se sentirán más independientes y en libertad.
- Desconectan y descansan de la rutina diaria
Disfrutar de un campamento de verano es la oportunidad perfecta para desconectar de la vida cotidiana, es decir, del colegio, los deberes, las actividades extraescolares…
En el campamento pasarán unos días alejados del universo tecnológico que los rodea, sin apenas usar el móvil, las redes sociales y los videojuegos. Todo esto será sustituido por compartir su tiempo con otros niños y niñas, jugar al aire libre, aventuras, diversión y convivencia. Un campamento de verano significa hacer cosas diferentes sin presión de tiempo. En definitiva, se trata de disfrutar de una experiencia que no olvidarán.
- Aprenden a socializar y a hacer nuevas amistades
En un campamento de verano, los niños aprenden a relacionarse con iguales, a compartir y a perseguir objetivos comunes en las actividades en equipo.
De hecho, experimentar 24 horas de convivencia pura con otros niños es perfecto para hacer amistades que pueden durar mucho tiempo. Además, crean una relación especial con sus monitores, a los que consideran su nueva familia mientras dura el campamento.
5.- Mientras se divierten aprenden valores y se les inculcan buenos hábitos
Las actividades que practican en un campamento de verano están diseñadas para que los niños interioricen valores como el compañerismo, la autoestima, la responsabilidad, la competitividad sana y la independencia.
Además, las tareas cotidianas y las rutinas organizadas les ayudan a adquirir buenos hábitos, como el del orden.
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